Publicado en diario La Costa de Pto. Cabello 18-04-2012
“¡Tierra! Grita en la proa el navegante, y confusa y distante una línea indecisa, entre brumas y ondas se divisa, poco a poco, del seno destacándose va del horizonte, sobre el éter sereno, la cumbre azul de un monte”. Así comienza el poema de J.A. Pérez Bonalde.
Vuelta a la patria.
En la versión moderna sería algo así: Señores pasajeros anuncia el sobrecargo. El capitán ha encendido la señal de abrocharse los cinturones, comenzamos nuestro descenso hacia el aeropuerto internacional, Simón Bolívar…… Por las ventanillas del lado derecho se observa la imponente cordillera de la costa, y poco a poco comienzan a aparecer los techos de cartón, en un impactante contraste con la bella meseta de Mamo, sede de nuestra Escuela Naval.
Los tradicionales pasos para el aterrizaje, tales como los cambios de aceleración, activación de los flaps y la sacada del tren de aterrizaje, aceleran las pulsaciones de los pasajeros, hasta que finalmente las ruedas tocan tierra patria. De nuevo se nos habla, y se nos pide mantenernos con el cinturón puesto hasta que el avión se haya detenido por completo.
El avión se detiene por completo y de inmediato los pasajeros nos preparamos para descender del avión. ¡Pero! Pasan los minutos y no se abre la puerta de pájaro de hierro. De pronto el capitán nos pide paciencia, ya que la rampa móvil que se acopla a la puerta para bajar a los pasajeros no funciona. Primer signo de que hemos llegado a Venezuela, tierra de la robolución horrible, donde la palabra mantenimiento no existe.
Luego de unos 15 minutos de ansiosa espera, a un genio se le ocurre mover el avión y permitir que bajemos con la escalera retráctil del pájaro volador. ¡Welcome to Venezuela! Es lamentable que uno llegue a su país y de inmediato comience a sentir el cambio, por el despelote existente.
Después de 45 días fuera de mi país, y tal como lo dice Jalil Gibran en su libro “El Profeta” A veces el montañista ve mejor la montaña desde lo lejos, que estando sobre ella. Igual le pasa a uno con su país. Muchas veces viéndolo desde lejos y viendo a otros países, sus problemas y su forma de vida, le permiten a uno ver y poder juzgar con mas claridad lo que nos está ocurriendo.
Por otro lado, es muy triste, donde uno llega, tener que explicar lo que está pasando en nuestro país, en especial sobre el atípico comportamiento, de quien se cree amo y señor de la patria. Por culpa de este vergonzoso personaje es que somos conocidos en todas partes del mundo. Esperemos que pronto todo comience a cambiar y volvamos a ser recordados por nuestra jovialidad, nuestro petróleo y nuestras tradiciones.
Haber estado en la madre patria, y haber podido palpar la crisis económica de un país con un nivel de vida muy elevado, donde una gran burocracia, problemas de corrupción y un pueblo que no quiere realizar determinados tipos de empleo, lo cual ha provocado que una gran cantidad de inmigrantes africanos y suramericanos hayan ido a dicho país para ocupar estos puestos, y ahora producto de la crisis económica, también se hayan convertido en otro grave problema.
Luego de brincar el charco, pude ver con gran envidia, como el estado petrolero de Texas sí siembra su petróleo. Por eso, en ese estado cada vez que uno va, ve como las autopistas aumentan de canales y las construyen con losas de concreto de unos 35 cmts. de espesor, para que duren unos cincuenta años. Me venía a mi mente la lunática (por sus cráteres) autopistas Valencia – Pto. Cabello. Ni hablar de la chucuta y colapsada ARC. Como decimos en criollo: “esos gringos nos llevan una morena”.
Por cierto, mañana se cumplen 202 años de nuestro primer grito independentista, donde un grupo de valientes venezolanos dieron inicio a la lucha por nuestra liberación del imperio español. Tristemente, hoy vemos como gracias a unos traidores y a un sumiso pueblo, nuestro país es gobernado desde el extranjero, algo vergonzoso e inmoral. Por eso expreso mi malestar, por el apoyo unánime que dieron los diputados de oposición, para que se siga consumando el entreguismo y traición a la patria. Por eso es urgente rescatar nuestros verdaderos sentimientos de patria y venezolanidad. Un buen motivo para quedarme en mí país.
http://regionorientaldefalcon.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario