PUBLICADO EN DIARIO LA COSTA DE PTO. CABELLO 11-01-2012
Hay películas curiosas que comienzan por el final y luego narran todo el drama. Creo que podemos hacer lo mismo cuando tratamos este tema de la violencia e inseguridad. Aquí el único culpable de toda esta tragedia se llama Hugo Chávez Frías, quien desde hace trece años comenzó sembrando antivalores, cuando dijo en los próceres, que el robaría para dar de comer a sus hijos. Sabemos de donde él saca, para dar de comer a sus secuaces y a sus chulos.
Nos llevarían unos cuantos artículos para describir todas las sandeces dichas y hechas por este personaje que viola todos los días la constitución, y luego sale y la saca con su cara muy lavada y dice que hay que respetarla. Por eso mientras este nefasto personaje este al mando de este país, nada de este problema se va a solucionar. Pero por otro lado vemos a unos políticos de oposición, que no se atreven a decir estas cosas, o son otros mareados alejados de la realidad del país.
La violencia se ha venido sembrando en este país con el discurso violento, con la creación de los famosos círculos de matrosos, a los cuales quisieron realzar humillando y vilipendiando el nombre del padre de la patria. Por otro lado la incitación a delinquir, al promover la invasión de propiedades tanto a nivel urbano como rural, irrespetando una ley muy antigua grabada en las tablas de Moisés: “No robarás”. Por eso es que estamos sumergidos en esta desgracia, que si queremos la podemos acabar el próximo 7/10.
Otro absurdo que nos ha hecho mucho daño, fue la injusta detención de los comisarios Vivas, Forero, Simonovis y de los ocho policías que el 11-A cumplían con su deber y fueron atacados por unos pistoleros, que luego fueron ensalzados como héroes, mientras los gendarmes de la justicia terminaron presos. Todo esto fue un gran mal ejemplo para los funcionarios policiales y el comienzo de la destrucción de la PM.
No conformes con esto, comenzó el desarme de los cuerpos policiales de las policías estadales y municipales, dejándolos con armamentos de inferior capacidad de respuesta que la de los malandros, todo con el inmoral apoyo de la FAN.
También tenemos la violencia mediática, no solo desde los canales del estado, sino a través de las películas donde la violencia y las técnicas para aprender a delinquir, son transmitidas a los jóvenes desde temprana edad. Ni hablar de los centros de computación donde los niños se divierten con video juegos, donde la gracia es matar al mayor numero de personas posibles. Todo esto también ha sembrado la violencia en nuestros jóvenes.
Ahora vemos a nuestros mareados políticos hablar de una Ley desarme, la cual sería la solución mágica para solventar este problema. Y les pregunto: ¿Acaso los malandros tienen derecho para andar armados sin esta ley? ¿No es suficiente tener un arma de forma ilegal para poder ser detenido por las autoridades y despojado de la misma? ¿Quién introduce las armas dentro de los penales? ¿Qué pasó con los fusiles encontrados en el Rodeo, de donde los sacaron, de que cuartel? ¿Quién va a desarmar a los colectivos del 23 de enero?
Pretender desarmar a las personas decentes, que tienen sus portes de armas legalmente otorgados es un craso error promovido por los muchachos de Primero Justicia, que no salen de las urbanizaciones de clase media de Caracas, y que piensan que todos los ciudadanos de Venezuela cuentan con la protección de un cuerpo policial tal como ellos lo disfrutan.
Imagínense a un productor agropecuario en el medio del llano, ¿Quién lo protege? Van a llamar al 911 o al 171. No se puede pretender resolver este problema, echándole la culpa a las armas, ellas no se disparan solas, se disparan gracias a la descomposición moral y social que vivimos los venezolanos. ¿Por qué en países desarrollados donde comprar un arma es tan fácil como comprar una lavadora, por que allá los índices de violencia son una décima parte de lo que ocurre aquí?
La violencia es producto de trece años de un discurso violento, de la tergiversación de los verdaderos valores éticos y morales de nuestra sociedad, de la desmoralización y desarme de los cuerpos policiales y de una macabra estrategia del régimen y del G-2 cubano para mantener un estado de zozobra y miedo dentro de la población.
La corrupción y sometimiento del poder judicial a los caprichos de quien se cree amo de la patria, es otro gran problema. Basta con mencionar el caso de la juez Afiuni. Este tema pica y se extiende por eso: Continuará….
http://regionorientaldefalcon.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario