Publicado en diario La Costa de Pto. Cabello 27-07-2011
Mientras tengamos a un ministro irresponsable, que pretenda politizar el problema carcelario y hablar de soluciones de izquierda o de derecha, cuando se debe hablar únicamente de “soluciones” de carácter técnico y legal. Mientras tengamos a un diputado de oposición y a unos “defensores de derechos humanos”, criticando por criticar y buscando centimetraje televisivo junto a unos periodistas amarillistas, aquí nada se solucionará.
Tenemos que partir de la base: que los presos son personas de mala conducta, que han sido castigados por la sociedad y que tienen restringidos sus derechos ciudadanos. ¡claro! Ellos tienen derecho a un trato digno y derecho a una justicia oportuna, lo que no tienen derecho es a estar poniendo condiciones y pretender tener prebendas, como si fueran parte de un sindicato u organización gremial.
Por eso doy estas ideas escéptico de que sean tomadas en cuenta por este régimen, pero que si pueden servir para el próximo gobierno.
En primer lugar, hay que desarmar a los presos a como de lugar, no se puede seguir aceptando esa irregularidad, y se tienen que tomar las medidas para no volver a caer en estos vicios. Los actuales funcionarios detenidos por haber vendido armas a estos presos deben ser degradados de forma deshonrosa si son GN y expulsados de la institución sin derecho a ningún tipo de prebenda, esto a fin de fijar un precedente ejemplarizante para los que vienen atrás. Igual con los directores y custodios de estos establecimientos.
Sabemos que constitucionalmente el mantenimiento y control de los penales, corresponde a las gobernaciones, pero con el actual régimen, que ha desconocido la descentralización y ahorcado a las regiones, sería crearles un problema más que no conviene en este momento. Entonces, lo primero es tomar el control de estos recintos y preparar un plan de transición para establecer organismos descentralizados de control y custodia de los actuales penales y construir los que hagan falta.
Por ahora tenemos que seguir contando con la custodia de la GN, y es necesario activar la propuesta de rotar al personal, y hay que rotarlos a todos, no dejar a algún elemento contaminado para evitar que transmita los vicios. Lo ideal sería asignar a guardias nuevos, recién graduados, para asumir la custodia externa. Establecer requisas sorpresivas, con funcionarios de otros destacamentos en compañía del CICPC, policía nacional, inteligencia militar y fiscalía, esto a fin de supervisar y ver si no hay corrupción dentro de los funcionarios de vigilancia y custodia.
En cuanto a los funcionarios de custodia interna, estos deben ser graduados de las escuelas existentes para tal fin, y ser personas, preferiblemente reservistas y con una hoja de vida impecable, sin antecedentes penales, desde el director de la prisión hasta el último custodio.
Estar preso significa estar castigado, por lo cual, creo que es un absurdo dar prebendas que permitan y faciliten toda la descomposición a que se ha llegado en las cárceles, por eso las visitas directas se deben eliminar, solo a través de rejas o vidrios, igualmente las denigrantes visitas conyugales. ¿Para que se castiga a una persona si se le dan este tipo de prebendas? Que sepan que si van a una cárcel, no van a tener placeres, eso hace que las personas lo piensen dos veces antes de cometer un delito.
Donde si se debe esmerar el ministro de turno, es en dar dotación adecuada y trato digno, establecimientos adecuados y bien mantenidos, ropa, comida balanceada y la implementación de programas de actividades educativas, deportivas, laborares (granjas penitenciarias) y todo tipo de actividades que combatan el ocio; que las cárceles dejen de ser depósitos de seres humanos.
El otro punto importante, es la clasificación de los presos, de acuerdo al delito cometido y su peligrosidad. Sabemos que hay personas que se pueden regenerar, pero lamentablemente sabemos que hay otros que por su peligrosidad y reincidencia en delitos graves, no es fácil que se regeneren, estos tienen que tener un trato especial. Igualmente se debe tener una cárcel de máxima seguridad, donde recluir a los famosos pranes y así desarticular cualquier intento de consolidar mafias internas.
Resolver este problema no va a ser nada fácil, menos estando en manos de este régimen forajido, demagogo y populista, que ha desvirtuado todos los valores éticos y morales, confiscado y politizado los poderes, en especial el judicial.
@willimusk
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