Publicado diario La Costa Pto. Cabello 4-5-2011
En días pasados me encontré con el amigo José Curiel, ex ministro, ex diputado y ex gobernador del estado Falcón, un hombre con una gran trayectoria dentro de la administración pública donde se desempeñó como ministro de obras públicas durante el gobierno del Dr. Caldera desde 1969 hasta 1974.
Durante este periodo se diseñaron los planos reguladores de 192 ciudades, se dió inicio a la construcción del metro de Caracas, y obras como el distribuidor cien pies, además se construyeron 2.689 kms de nuevas vías y se reconstruyeron 8.440 kms, también se construyeron 26 nuevos hospitales con capacidad de 2.381 nuevas camas, 3.078 escuelas con capacidad de 8.079 aulas, 674 canchas deportivas y 12 edificaciones para el deporte mayor entre otra gran cantidad de obras de importancia, todo esto en 5 años.
Durante el año 1973 se logró la meta de 107.000 casas en un año, también fue miembro fundador de la asociación civil Orinoquía, cuya función principal fue la de promover proyectos de interés nacional.
Como gobernador de Falcón creó la zona libre de Paraguaná, y realizó la construcción de gran cantidad de obras de infraestructura en el periodo 1996-2000, vale recordar, el Hospital, la avenida principal, la sede del CICPC y el sistema de cloacas de Tucacas, entre otra gran cantidad de obras a lo largo de este estado, pero a pesar de toda esta labor, José Curiel sigue preocupado por Venezuela, por eso me expresó lo siguiente:
“El actual régimen está progresivamente destruyendo a Venezuela. Esta tratando de aplicar a la fuerza una receta equivocada: el castrocomunismo, inspirado como sabemos en los principios marxistas. Esta receta no tiene bases lógicas pues ignora la naturaleza del ser humano, que se afana por crear, por inventar, por promover en busca de una vida mejor; el marxismo desecha el estimulo al esfuerzo innovador.
Pero mas allá de las reflexiones teóricas ese sistema ha sido un fracaso: allí están la Unión Soviética y sus satélites de Europa del Este, que después de largos años de miseria y esclavitud vieron derrumbarse la Cortina de Hierro y el Muro de Berlín; allí están China y Vietnam que aun manteniendo su fachada ideológica se han convertido en centros del capitalismo. Solo quedan como desgastadas reliquias países como Corea del Norte y Cuba, que después de más de medio siglo mantienen a su población en la miseria y en la esclavitud.
Esta receta la pretende aplicar Chávez a Venezuela a la fuerza, haciendo uso de los recursos del petróleo y de los fusiles, que en manos de las milicias y otros grupos, no son tanto para defender al país sino más bien para someter a la población. Está destruyendo la riqueza del país, apoderándose de industrias, construcciones y tierras que luego abandonan, siguiendo el mal ejemplo de Cuba, donde el gobierno que tiene el 94% de las tierras agrícolas no las pone a producir, en cambio el 6% restante que esta en manos de pequeños agricultores privados produce el 60% de los alimentos.
Chávez está destruyendo la riqueza del país: con los ingresos que obtuvo el gobierno en estos 12 años, de un millón de millones de dólares (con los cuales se ha podido repetir 74 veces el Plan Marshall, que reconstruyó a Europa al terminar la segunda guerra mundial) se ha podido convertir a Venezuela en un paraíso y no en el infierno en que vivimos.
No es solo la ineficacia y la rampante corrupción lo que caracteriza a este régimen (¿Qué pasó por fin con los cientos de millones de dólares desaparecidos del Fondo de Empleados de PDVSA? ¿Qué pasará con el caso Makled?...etc, etc), la idea es igualarnos por debajo por un proceso progresivo de empobrecimiento de la población venezolana, lo que lleva a que todos dependamos del gobierno. Si no estás conmigo no comes. Si estás contra mi estás raspado.
El gobierno solo ofrece unas dádivas que cada vez ayudan menos por el costo creciente de la vida, por el desempleo, la falta de viviendas, de salud y educación: se limita a ofrecer a la población un caramelo envenenado.
Por todo esto, por nuestros hijos, por Venezuela hay que sacarlo. La población venezolana pasará las cuentas en su momento, y ese momento será en el 2012 con el poder del voto”.
Vale la pena comparar todas las obras realizadas durante el quinquenio 69-74, periodo durante el cual la inflación era menor al 10%, con lo hecho por este desgobierno, donde la inflación jamás ha bajado a un digito siendo una de las mayores del mundo y donde las obras se quedan en bla,bla,bla, pura corrupción y despilfarro.
@willimusk
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