DEMOCRACIA O COMUNISMO

Publicado en diario La Costa de Pto. Cabello 22-09-2010
Solo faltan unas 90 horas para que los venezolanos decidamos, ¿que es lo que queremos? si un régimen democrático, en donde todos tengamos deberes y derechos, o una dictadura castrocomunista, donde un déspota sabelotodo es el que ordena y todos los demás (28 millones de venezolanos) tengamos que obedecer como borregos a sus caprichos.

Es lamentable que muchos venezolanos se hayan acostumbrado en estos últimos once años a ser unos pobres mendigos de su riqueza, y digo esto, porque a esta pobre gente le dan migajas provenientes de los miles de millones productos de la venta del petróleo, que es de todos los venezolanos, pero la gran tajada se la cogen los ladrones de turno.
Entonces ya es hora para que esos venezolanos, que no han despertado, despierten de estos once años de embustes, de siembra de odio, de ineptitud de chabacanería y se den cuenta, que Venezuela va rumbo a la ruina y a la anarquía, gracias a los errores cometidos por gente, tanto del gobierno como de la oposición, que jamás han estado a la altura de las necesidades de la patria para sacarla del subdesarrollo y el populismo.

Personas como Ramos Allup, quien en el año 2005 llamó a la abstención, sin un plan B, dejando como consecuencia la Asamblea Nacional en manos de unos borregos, incapaces y traidores de este régimen que le dieron la espalda a los estados por los cuales fueron elegidos, dejando el país en manos de un inepto que ha destruido nuestra patria, nos ha endeudado y nos ha sembrado un odio de clases que solo ha traído violencia y muerte.

Por eso los venezolanos tenemos que salir a votar, tenemos que salir a ejercer ese derecho que nos da la democracia, para elegir a nuestros representantes ante la Asamblea Nacional (poder legislativo), que además de elaborar leyes tiene obligaciones de suma importancia como son las de controlar al poder ejecutivo, aprobar los presupuestos de la nación, elegir los magistrados del TSJ, al fiscal, al contralor y al defensor del pueblo primordialmente.

Nosotros tenemos que saber con precisión, quienes son los candidatos por los que vamos a votar, ya que si nos equivocamos, entonces nos pasará lo del 2005, donde la gente no fue a votar y se eligieron puros diputados sin personalidad propia, que no han hecho nada por defender a los estados por los cuales fueron elegidos.

Estos actuales diputados le dieron la espalda a sus estados, dejando quitarles la descentralización, los recursos y convirtiéndose en cómplices del delito de traición a la patria al permitir la invasión de cubanos comunistas, que ahora ocupan cargos públicos que deben ser exclusivos para venezolanos, causando desempleo y saqueando la patria tal como hicieron en el caso Pudreval, Bolipuertos, CAAEZ y pare Ud. De contar.
El caso de Falcón es patético, no hay un solo diputado, que haya tenido una labor destacada en la actual asamblea, el que medio se nombraba era Alberto Castelar, quien se la pasaba montando bases de la paz en Uruguay, ¡Vaya Ud. a saber para qué carrizo sirvieron!, excepto para que este personaje hiciera turismo parlamentario.
Por otro lado los diputados suplentes han estado cobrando al igual que los principales, so excusa de que integran comisiones de trabajo, valdría la pena preguntarle al Diputado Suplente Henry Ventura y actual candidato nominal por el circuito de la costa, que ha hecho él, por este estado en estos últimos 4 ½ años como diputado ante la AN.
Si los habitantes de la costa falconiana, al igual que la carabobeña, no elegimos diputados con personalidad propia y verdadero interés por conseguir recursos y soluciones a los problemas que más nos aquejan, controlando y exigiendo al poder ejecutivo, entonces señores seguiremos siendo los mismos pueblos olvidados en la desidia y abandono.
Este domingo cuando estés en la cola para ejercer tu derecho al voto, piensa en los miles de jóvenes venezolanos que han muerto producto de la violencia, piensa en los millones de kilos de alimentos perdidos en Pudreval, piensa en la plataforma gasifera, la falta de gas, en todo el deterioro de la refinerías, de Planta Centro, del Guri, y que nunca los ineptos diputados hayan interpelado a algún ministro.

Piensa en la destrucción del campo, con el robo de fincas, piensa en Franklin Brito, piensa en los presos políticos, piensa en los millones despilfarrados, piensa que cuando este desastre empezó la deuda de Venezuela era de 36 mil millones de dólares y que ahora es de 130 mil millones. La única forma de parar este desastre es poniéndole un freno al irresponsable a inepto que se cree amo de la patria, desde la Asamblea Nacional. ¡VOTA!