Hoy se conmemoran nueve años del 11 de abril del 2002, día en que el glorioso y bravo pueblo se cansó de los abusos y el apartheid que pretendía imponernos quien todavía se cree amo de esta patria, pero que ese día se dio cuenta, que un pueblo se obstina de los abusos e insultos y cual batería que se sobrecarga estalla.
Ese día el pueblo dijo vamos a Miraflores, porque la constitución establece el libre transito por todo el territorio nacional y que no pueden haber espacios para unos sí y para otros no dependiendo de sus inclinaciones políticas. Una cosa son las restricciones que pueden haber en diversos lugares por seguridad o actividades especificas, y otra las restricciones caprichosas y mal intencionadas de quien pretende imponernos su comunismo.
Ese día el pueblo salió enardecido hacia palacio, pero desarmado, para exigir el cese de tantos abusos. Pero del otro lado las ordas afectas al opresor se encontraban armadas preparadas para la emboscada. La policía metropolitana trataba de contener a los manifestantes y evitar el choque de ambos bandos, lamentablemente los pistoleros afectos al régimen comenzaron a disparar a la policía y hacia donde venía la marcha, dejando más de mil disparos sobre el vehículo conocido como la ballena.
Este es el único país donde unos sujetos disparan contra la autoridad y la autoridad termina siendo el delincuente y los delincuentes los héroes, ahora entienden por qué la moral y honestidad de la policía metropolitana se vino al suelo. Dos excelentes comisarios que dedicaron toda su vida a sanear esta institución y ocho policías presos por cumplir con su deber y actuar en defensa personal, aparte del comisario Simonovis.
Estos funcionarios fueron condenados a treinta años de presidio en uno de los juicios más viciados e inmorales de este país. Pero mas temprano que tarde se hará justicia y saldrá toda la verdad de esta inmoral injusticia y ojala los verdugos sean juzgados y se fijen las responsabilidades del caso
Pero hay cosas que todos los venezolanos deben saber. Durante el gobierno del Dr. Caldera se elaboró un plan de seguridad para el palacio de Miraflores y ese plan establece que en caso de contingencia la casa militar debe tomar los edificios aledaños a palacio, y que presuntamente fueron los mismos, desde donde dispararon los francotiradores, algo reconocido en mas de una perorata presidencial.
Las preguntas que nunca se hicieron fueron: ¿Estaba la casa militar en esos lugares si o no? ¿Si no era la casa militar, quienes estaban ahí? ¿Por qué el mismo que ordenó aplicar el plan Ávila ha hablado en más de una oportunidad de francotiradores y esto no se averigua? ¿Donde están los oficiales jefes de la casa militar para ese entonces? ¿Investigó la fiscalía estos hechos? ¿Qué actuación tuvo la GN?
Como dato curioso los Comisarios y policías fueron juzgados por tres muertos, y creo que fueron 18, ¿o es que las muertes de los otros 15 muertos no importan? ¿Qué pasó con las presuntas armas que estaban en los sótanos del ministerio de educación?
La otra gran pregunta es: ¿Donde está la responsabilidad de quien mandó a aplicar el plan Ávila?
Lo triste de todo esto es que el pueblo puso los muertos y cumplió con su cometido de llegar a palacio, pero ni los generales que se quedaron en fuerte Tiuna peleándose por los cargos, ni quienes fueron a palacio a llenar el vacío de poder supieron que hacer, ni como hacerlo. Esto fue tan absurdo, que hasta dejaron a los mismos soldados y oficiales de la casa militar.
Jamás se me olvidaran las palabras de Jorge Olavarria, quien les habría aconsejado formar una junta de gobierno, tomar el control del país y luego tomar las medidas necesarias. Todo se convirtió en una seguidilla de errores que terminaron con el retorno al poder de quien hoy tiene al país en el caos por su ineptitud y ambición enfermiza de llevarnos hacia un régimen comunista y de atornillarse en el poder al estilo Gaddafi.
Otro hecho para resaltar es el del héroe del 13-A, el compadre del Samán de Guere, el que lo puso de nuevo en palacio, quizás calculando fríamente sus objetivos, llegó a comandante del ejercito, luego a ministro de la defensa y a general en jefe, y en gratitud, lo dejó imponer el lema cubano patria,…..Tristemente, muy tarde se dio cuenta del error cometido, hoy paga cárcel y la desgracia de la infidelidad; lo mismito que les pasa a los delincuentes cuando tratan de salirse de los círculos mafiosos. ¡Que desgracia!
Honor y gloria a los caídos el 11-A
@willimusk
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