PROHIBIDO OLVIDAR: FRANKLIN BRITO

Publicado en diario La Costa de Pto. Cabello 8-09-2010 Rebelde con causa Franklin Brito: Ejemplo de dignidad William Muskus R La triste historia de Franklin comienza cuando se encontraba trabajando en un Instituto Municipal Agrícola, en el Edo. Bolívar, y presenta una propuesta ecológica para resolver un problema fitosanitario que había en los cultivos de batata de esa zona. Esta solución fue escogida, ante la utilización de los tóxicos fungicidas, solución esta última que quería aplicar la alcaldía y donde ya había un jugoso negocio en la compra de dichos productos. Por querer hacer un bien, Franklin Brito se convirtió en victima de una cruel persecución y ensañamiento contra él y su familia. Franklin y su esposa fueron despedidos de sus trabajos como educadores, luego vinieron las maldades al otorgar cartas agrarias a sus vecinos que se sobreponían sobre los linderos de su fundo. En fin una cadena de maldades unas tras otras, solo por el hecho de haber propuesto una solución ecológica a un problema agrícola. Todos estos atropello que se iniciaron en el año 2003 llevaron a franklin y a su familia a iniciar una lucha de”David contra Goliat” a enfrentar a este régimen oprobioso, intolerante que no acepta la critica y que la única respuesta que tiene ante los errores que comete es el atropello sin importar las consecuencias del mismo. El gran pecado de Franklin, fue el no haberse conformado con lo que el régimen le dio, sino haber exigido que lo que se le iban a dar, se le diera de forma correcta, es decir, que todo quedase legalmente plasmado en un documento notariado, donde se diera constancia del dinero que se le dio, y que un tractor usado que se entregó, estuviese a nombre de él y no de otra persona. Igualmente que se derogaran las cartas agrarias que se solapaban sobre su propiedad. Todos estos atropellos, y la sordera del gobierno, llevaron a Franklin, a amputarse parte de un dedo, a realizar varias huelgas de hambre, las cuales fueron intermitentes ante las falsas promesas del régimen, quienes nunca aceptaban reconocer los errores cometidos y resarcir los daños causados a él y su familia ante los despidos injustificados y unas indemnizaciones, no muy claras, en cuanto a la legalidad, de cómo fueron hechas. Personalmente acudí varias veces frente a la sede de la OEA, para oír del propio Franklin cual era su historia, inclusive ante su critico estado físico, le dejé por escrito el siguiente pensamiento para que él, recapacitara: “Franklin, no vale la pena morir por una injusticia, sino vivir para que se haga Justicia”. En noviembre 2009 le hice una entrevista y que dirigiera unas palabras a los habitantes de la costa oriental de Falcón. Dicha entrevista la transmití por radio y decía textualmente lo siguiente: “No permitan los abusos, porque los abusos se instauran en una sociedad, porque las personas los permitimos, yo creo que si la gente se resiste, se evitarían que estos abusos se sigan continuando e inclusive, las personas que admiten esto, esos agravios que le hacen, serían cómplices, igualito de responsables, o mas responsables, que las personas que los hacen, y bueno mi llamado es, que yo creo pues, que no hay poder que valga, cuando el pueblo se une y cuando la conciencia florece y cuando todos se unen para bien de la sociedad”. Luego Franklin dijo: “Yo quisiera decirles un pensamiento dirigido a todos los funcionarios encargados de las instituciones de justicia del país, a todos los funcionarios del gobierno, que han tenido que ver de manera directa, con esta maldad, que nos han hecho a nosotros como familia y que han tenido que ver con la NO aplicación de la justicia digna, que han perjudicado a una familia humilde, para ellos quería decirles estas palabras: Pobre en capacidad y pobre en dignidad y pobre en amor, las personas que para llevar a su casa el pan de sus hijos, que para conseguir sus objetivos, que tengan que traicionar su conciencia, tengan que traicionar a sus semejantes y tengan que adular, porque estarían aceptando su poca capacidad y estarían asumiendo que son el peor de todos los mendigos, y con todo el dinero del mundo serían las personas mas pobres, porque estarían contribuyendo con su propia destrucción y la de sus semejantes. No hay argumento que valga para traicionar su conciencia, la dignidad es la brújula que nos ayuda y nos orienta hacia los buenos caminos”. Estando secuestrado en el hospital militar, se le restringieron las visitas, a su esposa le robaron el viejo carrito (del estacionamiento del hospital) que usaba para taxear y sobrevivir, ahora sus crueles secuestradores, pretenden inculpar a su familia por inducirlo al suicidio. ¡Vean hasta donde llega la maldad de este régimen!